sábado, 5 de marzo de 2011

Mourinho aviva la tensión y deja su futuro en el aire

Ni después de una gran goleada parece que Mourinho tenga tiempo para la calma. Tras el 7-0 al Málaga, el entrenador portugués reiteró sus dudas sobre si seguirá en el Madrid la próxima temporada, algo de lo que empiezan a cansarse en el club blanco. Preguntado por las protestas de un sector de la afición contra él, aseguró que no tendrá ningún problema en marcharse si la gente lo quiere así: «Conmigo todo es muy sencillo. Si a final de temporada no están contentos con su entrenador, yo me voy. Me marcho y amigos para siempre. Algún día volveré como adversario».


Si parte de esa afición no comulga con las formas de Mourinho, en el club sucede algo similar. En las altas esferas no gustaron nada sus desplantes hacia Manuel Pellegrini y sus reiteradas quejas por los horarios de los partidos, algo que la plantilla tampoco entiende. «Florentino debería ejercer de presidente y pararle los pies a este tipo», declaró un alto empleado del club blanco. También se preguntaba quién será el que libere a la entidad de un entrenador que cada día rebaja un poco más el prestigio del club.

El esperpento del entrenador portugués llega a tal punto que, después de poner a caldo a Manuel Preciado y al Sporting por jugar en el Camp Nou con un equipo plagado de suplentes, que perdieron por

1-0, anteanoche justificó la decisión de Pellegrini de dar descanso a media docena de titulares y «no disputar el partido», como admitió el preparador chileno. «Jugaron una final el lunes y jugarán otra el fin de semana. No me parece anormal que dé descanso a su equipo», dijo Mourinho, que siguió a vueltas con el calendario. «Jugaremos en miércoles contra el Lyón y luego en Liga el sábado contra el Atlético. Otros jugarán en martes y domingo. Por el señorío del club no hay que denunciar estas cosas, así que calladitos», ironizó el entrenador del Madrid.

En medio de todo eso, ayer se desveló un episodio envuelto en la confusión. La SER desveló un intento de agresión por parte de un individuo al entrenador del Madrid a su llegada al aeropuerto de A Coruña con el resto de la expedición blanca, el viernes pasado. Al parecer, el agresor no logró su objetivo porque se interpuso en su camino uno de los escoltas que habitualmente protegen al técnico portugués. Desde el Madrid no hubo ningún tipo de confirmación de ese supuesto intento de agresión.

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